El carburo de silicio tiene una excelente resistencia a la corrosión, alta resistencia mecánica, alta conductividad térmica, un coeficiente de expansión térmica muy bajo y mejor resistencia al choque térmico que las celdas de aluminio a temperaturas muy altas. El carburo de silicio está compuesto de tetraedros de átomos de carbono y silicio con fuertes enlaces en la red cristalina. Esto produce un material muy duro y resistente. El carburo de silicio no es atacado por ácidos, álcalis o sales fundidas hasta 800ºC. En el aire, el SiC forma una capa protectora de óxido de silicio a 1200ºC y puede utilizarse hasta 1600ºC. La alta conductividad térmica junto con la baja expansión térmica y la alta resistencia le dan a este material cualidades excepcionales de resistencia al choque térmico. Las cerámicas de carburo de silicio con pocas o ninguna impureza en los límites de grano mantienen su resistencia a temperaturas muy altas, acercándose a los 1600 °C, sin pérdida de resistencia. La pureza química, la resistencia al ataque químico a temperatura y la retención de fuerza a altas temperaturas han hecho que este material sea muy popular como soportes de bandejas de obleas y paletas en hornos de semiconductores. La conducción eléctrica del material ha llevado a su uso en elementos calefactores de resistencia para hornos eléctricos y como componente clave en termistores (resistencias de temperatura variable) y varistores (resistencias de voltaje variable). Otras aplicaciones incluyen caras de sello, placas de desgaste, cojinetes y tubos de revestimiento.
Hora de publicación: 05-jun-2018